Ácido Hialurónico: ¿Hidrata de verdad o es puro marketing?
El Ácido Hialurónico aparece en casi todos los rituales de skincare: cremas, sérums, mascarillas. Pero la pregunta válida que muchos se hacen es: ¿Realmente hidrata o es sólo marketing y sensaciones momentáneas? Para entender esto, hay que comenzar explicando qué es el Ácido Hialurónico y por qué sigue siendo un ingrediente cosmético tan popular hasta la fecha.
¿Qué es el Ácido Hialurónico?
El Ácido Hialurónico es una molécula de azúcar, específicamente un polisacárido que se encuentra de forma natural en nuestro cuerpo, especialmente en la piel, articulaciones y tejido conectivo. Actúa como una esponja, reteniendo grandes cantidades de agua, lo que proporciona hidratación, volumen y elasticidad a los tejidos.
Lo que ocurre es que, a partir de los 25 o 30 años, nuestro organismo comienza a disminuir progresivamente la producción natural de Ácido Hialurónico. Esto afecta la capacidad de la piel para retener agua, lo que compromete su función barrera, su elasticidad y su capacidad de regeneración. Por eso, aportar Ácido Hialurónico desde el exterior puede ser una estrategia clave para mantener una piel saludable, protegida y bien hidratada.
No es sólo una tendencia: su eficacia como hidratante está ampliamente respaldada por la ciencia desde hace muchos años atrás. Una de sus propiedades más notables es su capacidad para retener hasta 1.000 veces su peso en agua, convirtiéndolo en un verdadero “imán de hidratación”. Esta cualidad ayuda a mantener la piel flexible, luminosa y con un aspecto saludable.
Eficacia del Ácido Hialurónico según peso molecular
No todo Ácido Hialurónico es igual. Una de las diferencias clave está en su peso molecular [cantidad de kilodaltons, kDa]. Esto influye en cuán profundo puede penetrar en la piel y cuánto tiempo puede mantener la hidratación. No es que uno sea mejor que el otro, sino que tienen distintas funciones y actúan en diferentes capas de la piel.
Se ha observado, por ejemplo, que el Ácido Hialurónico de peso molecular bajo a intermedio [por ejemplo, entre 20-300 kilodaltons kDa] penetran mejor la capa córnea de la piel que los de peso molecular alto [>1000 kDa]. Y así funciona en general: los que tienen menor peso molecular penetran en capas más internas de la piel.
En estudios clínico-cosméticos se han utilizado pesos moleculares como 50, 130, 300, 800 y hasta 2.000 kDa, observando que los más bajos [50-130 kDa] tienden a tener efectos más profundos como reducción de arrugas, lo que sugiere mejor penetración.
En cosméticos donde se incorporan distintos pesos moleculares de Ácido Hialurónico, se observó una reducción visible de arrugas tras 60 días, junto con mejoras en hidratación y elasticidad. Es decir, cuando se combinan en un mismo producto, el resultado es mejor, es más completo.
Así que sí: el Ácido Hialurónico hidrata de verdad, pero su eficacia no sólo depende del peso molecular, sino también del origen y de los otros componentes que lo acompañan dentro de la formulación.
¿Cómo saber qué tipo de Ácido Hialurónico tiene mi producto?
Sabemos que puede ser difícil diferenciarlos a simple vista. Así es que, aquí te mostramos una forma fácil para reconocerlos.
Puedes fijarte en el nombre que aparece en el listado INCI, en la etiqueta de tu producto. El de alto peso molecular aparece como Hyaluronic Acid, el de medio peso molecular aparece como Sodium Hyaluronate, el de bajo peso y ultra bajo peso molecular podrían aparecer como Hydrolyzed Hyaluronic Acid.
El Ácido Hialurónico es un poderoso hidratante, pero no el único.
Aquí algunos ingredientes clave cuando hablamos de hidratación:
- Glicerina: un humectante clásico. Tiene moléculas pequeñas que atraen agua a la superficie de la piel, mejora la función barrera y contribuye a una piel suave y flexible.
- Pantenol (provitamina B5): calma, repara barrera, aporta retención de agua, buena tolerancia para pieles sensibles.
- Niacinamida: además de los efectos hidratantes, ayuda a reducir inflamación, regula sebo, mejora la barrera cutánea y el tono.
- Escualeno / escualano: lípido que se parece al sebo natural, aporta emoliencia, suavidad, ayuda a reducir pérdida de humedad.
- Ácido poliglutámico (PGA): un hidrante potente, a veces más que el Ácido Hialurónico. Fija gran cantidad de agua y ayuda a mantener la piel húmeda por más tiempo.
- Ceramidas: lípidos naturales que forman parte de la barrera protectora de la piel. Funcionan como un “cemento” que mantiene unidas las células cutáneas, evitando la pérdida de agua y protegiendo frente a irritaciones. Ayudan a mantener la piel hidratada, suave y resistente.
- Betaglucanos: polisacáridos naturales que se encuentran en la avena, cebada, levaduras y algunas setas. En cosmética se usan porque hidratan, calman y refuerzan las defensas de la piel. Son ideales para pieles sensibles, secas o irritadas.
- Extractos vegetales: Kiwi, Avena, Rosa, Aloe Vera, Pepino, Centella asiática.
Conclusión: ¿Ácido Hialurónico es marketing o ciencia real?
En CELIV creemos que el Ácido Hialurónico es un hidratante real, no solo marketing. Por eso lo incorporamos en todos nuestros productos.
El Ácido Hialurónico es apto para todo tipo de piel, desde las más jóvenes hasta las maduras, y es bien tolerado incluso por pieles sensibles. De ahí su presencia en tantas fórmulas desde las más antiguas hasta las más modernas: porque hidrata sin agredir, acompaña la función barrera y potencia el efecto de otros ingredientes.