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El acné y la alimentación están relacionados de forma directa. En la actualidad, se han llevado a cabo diversos estudios e investigaciones tanto a nivel nacional como internacional que demuestran la importancia de lo que comemos para evitar brotes de acné. Muchos expertos, de distintos países han realizado sus propios estudios y conclusiones. Te las vamos a contar en este artículo ¿Qué es el acné? ¿Cuál es la relación entre el acné y la alimentación? ¿Qué alimentos debería de evitar si tengo acné? Todo lo que leerás aquí son resultados y conclusiones basados en la ciencia.
¿Qué es el acné?
El acné, es una afección cutánea que se caracteriza por la inflamación de las glándulas sebáceas. Una piel acneica produce más sebo de lo normal; y esta hiperproducción de lípidos se conoce como seborrea. Es una piel gruesa, brillante y presenta poros dilatados, notoriamente visibles. Tiene la ventaja de que no se arruga con facilidad, envejece más lento y es más resistente a los agentes externos que el resto de las pieles porque tiene una capa de lípidos que la protege. Aunque al producir exceso de sebo, es propensa a comedones o puntos negros.
Es más frecuente en hombres durante la adolescencia debido a los niveles más altos de andrógenosy en edad adulta en las mujeres. También existe el acné tardío que persiste hasta los 30 y 40 años. Según la Sociedad Chilena de Dermatología y Venereología, el acné afecta entre un 70% y un 80% de la población en general. Es una pesadilla para quienes padecen esta afección porque suele causar problemas de autoestima.
Gracias a la ciencia y sus descubrimientos se conocen nuevos datos que comprueban la relación entre la alimentación y una piel saludable; y por lo tanto se ve que hay solución para disminuir el acné o mantenerlo bajo control. Si bien la causa de ciertas patologías se trata de un conjunto de factores, entre ellos, genéticos, proliferación de bacterias, estrés y más, particularmente en el acné, una dieta balanceada podría ser el factor principal para evitar que se multipliquen las bacterias negativas de la flora bacteriana, por ende, disminuir la inflamación de nuestro organismo. *Flora bacteriana: Se refiere al conjunto de microorganismos, principalmente bacterias, que habitan en diversas partes del cuerpo humano, como la piel, el tracto digestivo, la boca y otros órganos.
¿Qué alimentos debería de evitar si tengo acné?
La doctora Whitney Bowe, inminente dermatóloga e investigadora de prestigio mundial, presenta por primera vez la relación entre el intestino y la piel, con un programa de 21 días basado en la alimentación y el control del estrés. En su libro, “Piel Radiante, Intestino Sano”, menciona que las personas que tienden a padecer acné deben focalizar su dieta en reducir la ingesta de azúcar y dar prioridad a los alimentos con un bajo IG (índice glucémico). Es decir, eliminar la ingesta de pan blanco, bebidas, lácteos, entre otros. También enfatiza que hay muchos argumentos biológicos que explican esta conexión, pero el más sobresaliente es la influencia que tienen los azúcares refinados en el aumento brusco del azúcar en sangre, que pueden hacer que aumenten los andrógenos [un grupo de hormonas], por ende, la producción sebácea y la inflamación de ciertos órganos. Los andrógenos incluso pueden cambiar la composición de la grasa de la piel y hacerla más susceptible al acné, según explica.
Los azúcares en particular estimulan rápidamente la glicación, el proceso en que los azúcares se unen a las proteínas y a las grasas y actúan en el cuerpo haciendo que aumenten los radicales libres, desencadenando la inflamación y comprometiendo la integridad del revestimiento del intestino. Y sí, como mencionamos antes, los productos lácteos también provocan acné. Con respecto a esto último, el doctor japonés Hiromi Shinya, conocido por sus avances en el campo de la cirugía colonoscópica, reafirma la hipótesis de que la leche produce inflamación. En su libro “La Enzima Prodigiosa” cuenta que la leche contiene muchas sustancias de grasas oxidadas, por lo tanto, daña el ambiente intestinal, aumentando la cantidad de bacterias malas y destruyendo el equilibrio de la flora intestinal bacteriana provocando inflamación y alteraciones. Afirma también que los ácidos grasos omega-3 y una dieta rica en fibra, en su mayoría frutas, algas y verduras verdes, influyen positivamente.
Por su parte, el Dr. Nicolás Peña Iglesias, un destacado dermatólogo chileno, conocido por su trabajo en el tratamiento de diversas condiciones dermatológicas, incluida la investigación en el acné y otros trastornos de la piel, cuenta en su libro “Hablemos sobre acné” algunos consejos dietéticos para pacientes con acné: “evitar alimentos con alto índice glucémico y alta carga glucémica, evitar los lácteos, especialmente los desnatados [descremados], evitar refrescos azucarados, evitar el consumo de batidos y suplementos proteicos, disminuir el consumo de grasas saturadas, grasas trans y grasas poliinsaturadas deficientes en omega-3.” También aconseja el uso de retinol. “Aparte de sus acciones antienvejecimiento, es un excelente tratamiento del acné, ya que mejora la estructura de las capas superficiales de la piel e influye en el proceso de queratinización alterado”, cuenta en su libro.
¿De qué otra forma puedo cuidar mi piel si tengo piel grasa?
Además de limpiar la piel con un limpiador suave, sin alcohol y utilizar de vez en cuando exfoliantes como los alfa hidroxiácidos conocidos como AHA´s, una piel grasa o con tendencia acneica requiere de mucha hidratación y humectación. De hecho, la falta de hidratación puede llevar a una producción aún mayor de sebo y empeorar el acné.
Aunque una piel grasa produce exceso de sebo, eso no significa que esté bien hidratada. La deshidratación puede ocurrir en cualquier tipo de piel. Tenemos un concepto errado de que al ser una piel que produce exceso de sebo, no necesita lípidos extras. Pero no es así, de hecho, podría ser fundamental en algunos casos un aporte de aceites, sobre todo de lípidos epidérmicos esenciales como las ceramidas que ayudan a mantener en equilibrio de la barrera cutánea y ayudan a proteger la piel de agentes externos dañinos.
Nuestro Sérum Antioxidante de Vitamina C ayuda a regular el exceso de sebo en la piel, al tiempo que otorga luminosidad y suavidad al rostro. Otros componentes que ayudan a regular el sebo, es la Niacinamida o Vitamina B3, Vitamina E, Ácido Ferúlico y Resveratrol.
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