Guía para descubrir tu tipo de piel

Antes de adquirir cualquier producto para el cuidado de la piel, es importante que conozcas el tipo de piel que tienes y el estado en que se encuentra, de esta forma será posible mantenerla saludable y en equilibrio.

Para empezar, es fundamental entender la clasificación de los diferentes biotipos cutáneos o tipos de piel, que está relacionada con la cantidad de agua y aceite que tenemos en la capa más externa. Una referencia de equilibrio cutáneo, correspondería a un 70% de componentes acuosos y un 30% lipídicos. Esta es la proporción de una piel sana.

TIPOS DE PIEL O BIOTIPOS CUTÁNEOS

Piel Normal o Eudérmica

El término científico para la piel sana es eudérmica. Presenta un equilibrio entre sus componentes acuosos 70% y lipídicos 30%. Tiene una superficie lisa, suave al tacto, de color uniforme, con brillo moderado y poros poco visibles. Tolera bien los cosméticos y no se altera frente a temperaturas extremas de frío o calor.

Piel Seca o Alípica

Tiene una pérdida excesiva de agua. Es muy fina y frágil, con aspecto apagado. Es áspera al tacto y de fácil descamación, por lo tanto, se irrita con facilidad. Tiene una tendencia a envejecer prematuramente, ya que no cuenta con los lípidos epidérmicos esenciales para mantener hidratada la piel. En general, no presenta comedones o los famosos puntos negros.

Piel Mixta Seca

Se manifiesta con una zona T en el rostro, ligeramente grasa y brillante principalmente en la frente, nariz y mentón. En esas zonas los poros son más visibles y existe una mayor probabilidad de que aparezcan impurezas. Presenta una tendencia a los puntos negros en la nariz, pero muy finitos. Pueden tener una zona más grasa donde produzcan mayor cantidad de sebo y otra más seca donde produzcan menos cantidad de lípidos.

Piel Mixta Grasa

Lo mismo que la Piel Mixta Seca, pero la diferencia es que ésta presenta una tendencia a las impurezas de forma notoria. Es una piel más grasosa que seca.

Piel Grasa

Produce más sebo de lo normal. Esta hiperproducción que se conoce como seborrea. Es una piel gruesa, brillante y presenta poros dilatados, notoriamente visibles. Tiene la ventaja de que no se arruga con facilidad, envejece más lento y es más resistente a los agentes externos que el resto de las pieles porque tiene una capa de lípidos que la protege. Aunque al producir exceso de sebo, es propensa a comedones.

Ahora que ya conoces los tipos de piel, veremos a grandes rasgos qué son los estados de la piel y las afecciones.

CONDICIONES O ESTADOS DE LA PIEL

Uno nace con un tipo de piel, que es el que tendremos para siempre. Sin embargo, el estado de la pielpuede ir cambiando según el lugar donde vivas, el clima, contaminación medioambiental, impacto de los rayos UV, alimentación, estrés, entre otros factores tanto internos como externos.

Dentro de los estados de la piel, se encuentra la piel ultra seca, deshidratada, hidratada, sana, sensible, intolerante o reactiva, entre otras. El estado de la piel se diferencia del tipo de piel con el que nacemos. Por ejemplo, una persona puede tener la piel grasa (tipo de piel de nacimiento) y al mismo tiempo, deshidratada (condición o estado de la piel). La condición “deshidratada” pudo haberse dado por una exposición continua al sol, por usar exfoliantes o cosméticos abrasivos que eliminan los lípidos esenciales, por no tomar agua, fumar tabaco, tomar alcohol, entre otros.

Un cambio más profundo en la condición o estado de la piel, es lo que se llama afección  y corresponde a las alteraciones cutáneas por un estado de la piel que no fue tratado o cuidado correctamente y se mantuvo por mucho tiempo en desequilibrio. Por decirlo de otra forma, es una condición de la piel que se "sale de control" porque no se tomaron las precauciones adecuadas o porque no se consultó con un dermatólogo a tiempo.

Dentro de las afecciones más conocidas se encuentran la rosácea, dermatitis atópica, eccema, psoriasis, acné. Actualmente existen diferentes tratamientos para cada una de estas afecciones. Siguiendo el ejemplo mencionado anteriormente, una persona puede tener piel grasa (tipo de piel), deshidratada (condición o estado de la piel) y al mismo tiempo puede padecer acné (afección).

Las afecciones se producen principalmente por infecciones bacterianas, virales, por hongos, reacciones alérgicas, parásitos, cambios hormonales, genética o por el uso inadecuado de un cosmético. No obstante, también inciden los factores medioambientales, la alimentación y el estrés.

En la actualidad, los expertos siguen estudiando las causas y efectos de las afecciones para entenderlas en mayor profundidad. Por otro lado, los avances científicos apuntan a comprender la conexión entre el intestino, el cerebro y la piel como una solución para abordar estas afeccionesy también otro sin número de enfermedades. Somos lo que comemos, lo que pensamos y lo que nos aplicamos en la piel. Todo está relacionado.

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